Si nos preguntan sobre qué comida o alimento tenemos asociado a momentos de ocio y
felicidad, estoy totalmente convencida de que todos tenemos uno o incluso más
de uno que nos vendría a la mente en cuestión de segundos. ¿Hacemos la prueba?
Venga,
comienzo yo para ir rompiendo el hielo. En mi caso el olor a palomitas de maíz
recién hechas me transporta a las salas de cine disfrutando de una buena dosis
de palomitas (tantas como para olvidarse de cena) mientras estás encandilada
viendo la peli de turno en esa pantalla grande y con ese sonido envolverte que
te hace entrar en la historia… Pero si os soy sincera, el hacerlas en casa aún
me gustaba y me sigue gustando más.
Cuando era
pequeña, muchos fines de semana mi madre las preparaba en la cocina antes de ver
alguna película en familia. Mi hermano y yo las esperábamos ansiosos y nos
encantaba echarles la sal por encima. ¡Creo que por más que hubiera hecho nunca
habrían sido suficientes! Jajaja
Además, las
hacía como toda la vida (en aquel momento no había palomiteras ni cosas de este
tipo que nos facilitaran la vida), una sartén con un poco de aceite de oliva,
un buen puñado de granos de maíz como para cubrir el fondo de la sartén y una
tapa (de esas que tienen como agujeritos que dejan respirar) para que cuando
saltasen no se llenara toda la cocina de palomitas. ¿Y qué me decís del momento
“explosión de palomitas”? Mientras lo estoy escribiendo es como si hubiera sido
ayer, es curioso las cosas tan simples que se recuerdan y a la vez tan
importantes para nosotros.
Así que
queda totalmente prohibido comprar las bolsitas esas que van al micro. Que sí,
que son muy rápidas de hacer y todo lo que tú quieras, pero no hay ni punto de comparación con hacerlas
nosotros en casa. Si el problema es el pringar una sartén y una tapa hay
soluciones muy prácticas como los palomiteros ¿Se os había ocurrido?
Las que os
traigo hoy son un poquito diferentes a las que estamos acostumbrados, pero como
soy una golosa empedernida no tenía más remedio que acabar probando a hacer
alguna receta dulce con ellas y mira, ¡demasiado he tardado!
Quizá os
parezca un poco engorroso el proceso que llevan, pero os aseguro que merece la
pena y además tiene una ventaja añadida: ¡Se pueden hacer con bastante
antelación!
Vamos con la
receta,
INGREDIENTES
- Maíz
para hacer las palomitas (aquí he usado 4 puñaditos de granos de maíz)
- 1
taza de azúcar
- 1
cucharadita de canela
- 60gr
de mantequilla
- 60gr
miel o sirope de maíz
- ½
cucharadita de bicarbonato
- 1
cucharadita de esencia de vainilla
PREPARACIÓN
- Lo primero
que tendremos que hacer será preparar unas palomitas de maíz (sin añadirles
sal) de la forma que más os guste o de la que esteis acostumbrados en casa. Por mi parte, estuve mirando por internet para recomendaros unas máquinas profesionales que pudieran facilitaros el trabajo y encontre los de inblan que son alucinantes.
- Cuando
comencemos con la salsa de canela, encenderemos el horno a 180º para que vaya
cogiendo temperatura y forramos una bandeja con papel vegetal.
- En un cazo
ponemos a calentar a fuego medio el azúcar, la canela, la mantequilla y la
miel.
- Vamos
moviendo continuamente hasta que vemos que el azúcar se deshace y comienza a
ser todo como una salsa espesa.
- Aquí las palomitas ya preparadas en una fuente donde verteremos la salsa por encima.
- Seguimos
removiendo para que no se nos pegue y con cuidado ya que las quemaduras por
caramelo son muy peligrosas. Cuando veamos que comienza a hervir, separamos del
fuego.
- Le añadimos
ahora el bicarbonato y la vainilla. Volvemos a ponerlo en el fuego bajándole la
intensidad y removemos sin parar. Aquí vamos a ver que de repente queda como
espumoso y más blanquecino de color. Seguimos un par de minutos y apagamos y
separamos del fuego.
- ¿Veis cómo ha cambiado de color?
- Esto tiene
que ser súper rápido: tenemos que tener el horno precalentado, la bandeja con
el papel preparada y el cuenco con las palomitas listo también.
- Vertemos la
salsa sobre las palomitas y rápidamente le damos vueltas con una cuchara de
madera y no paramos de remover hasta que se reparta bastante bien.
- Aunque parezca que ya esté mezclada la salsa seguid un poquito más, veréis como se solidifica en cuestión de segundos.
- Pasamos las
palomitas a la bandeja y vemos que ya están muy pegajosas, con la ayuda de la
pala de madera las vamos despegando y haciendo que quede una capa de palomitas.
- Bajamos la
temperatura del horno a 150º y metemos las palomitas. Vigilamos muy de cerca
que el caramelo se quema con facilidad. A los dos o tres minutos sacamos y
revolvemos y repetimos la operación dos o tres veces.
- Aquí a los diez minutos de estar en el horno, vamos, que las he sacado y despegado un par de veces. ¿Veis el color que han tomado?
- Os digo que tenéis que estar súper atentos, el caramelo se quema en cuestión de segundos así que mirando por el cristal del horno por si tenéis que sacarlas cada dos o tres minutos. Sino se os churrascarán, lo digo por experiencia...
- Sacamos,
dejamos enfriar sobre el papel vegetal y una vez frías las vamos despegando y
soltando unas de otras.
Listas para
disfrutar!
Como veis,
al comerse frías se pueden tener hechas unas horas antes sin problema y os
aseguro que es un auténtico vicio y la cocina huele…. Aiss si os llegará el
olor, me dejabais sin palomitas! Jajaja
Además, son
muy sanas y tienen un montón de propiedades, aquí os dejo una noticia para que vais de
todo lo que nos podemos beneficiar disfrutando de este snack.
Un besazo y espero que os gusten!
Preparadas así no las he tomado nunca, pero reconozco lo tentadora que es la idea, como para ponerla en práctica.
ResponderEliminarBss
Que deliciosas te quedaron.Feliz Reyes.
ResponderEliminarMuy originales, con un sabor delicioso, besos
ResponderEliminarYo cada vez sy más fan de las palomitas caseras, y tengo ganas de ir probando recetas nuevas y más originales para picotear en casa. Estas con canela tienen que estar deliciosas!! Adictivas, seguro :P.
ResponderEliminarUn abrazo
Belli golosi, li adoro!!!!
ResponderEliminarHolaaaa, que buenas tienen que estar así las palomitas, siempre las hago normales con sal. Alguna vez he de probar esta forma. Y que bonitas se ven! Voy a buscar tu receta de pan de molde que me apetece mucho hacer uno para mi hija.
ResponderEliminarUn besoooo
Que gusto de palomitas, se ven increibles. Un besazo.
ResponderEliminarMe encantan, si solas están ricas así serian un visto y no visto, que bien te han quedado, da un gustazo verlas , la pena es no poder degustarlas....Bess
ResponderEliminarQue originales , aunque llevan su aquel( trabajo de mirarlas continuamente )merecera la pena porque tienen que estar buenisimas y de no parar de comer
ResponderEliminarbesinos
yo soy más de palomitas saladas y a los 16 años las hacía a menudo. Ahora soy vaga y mi ajuar aquí no dan para eso, pero el ritual, ver cómo se van abriendo, es parte de la delicia. Un besote.
ResponderEliminarmenuda pinta tienen, a mi también me traen recuerdos de la niñez
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