Galette with cherry pie filling (Tarta rústica de cerezas)

Hoy hemos cambiado de estación y este año ¡Me niego! Vale que no tengo el poder (ni ningún otro por desgracia) de cambiar la climatología a mi gusto y hacer que se quede el verano un par de meses más, pero de momento sigue haciendo calor y yo estoy intentando absorber toda la vitamina D posible. Así guardo para cuando no haya! ;P

De normal estaría encantada con la llegada del otoño, muchos ya sabéis de mi pasión por las calabazas, los boniatos, las castañas y toooooodo lo que conlleva esta estación, para mi, tan entrañable. Pero este año es diferente, mis circunstancias personales lo son y por motivos que no vienen al caso, no he podido disfrutar del verano, de la piscina, de la gente... No sé, no me apetece que llegue el frío y ya está!

Así que como no puedo cambiar la estación, ni retroceder en el tiempo, ni adelantarlo hasta el verano próximo ni nada de nada porque la magia y la fantasía pueden tener cabida en nuestra mente pero no en el mundo real, os dejo una tarta con sabor a verano puesto que en mi cocina mando yo y he decidido que voy a exprimir el buen tiempo que quede al máximo ¡Os lo garantizo!

Hoy vamos a encender el horno, quitarle las telarañas después de tanto tiempo sin usarlo pero comenzaremos con algo sencillo para ir calentando.

Ingredientes para la masa (Una tarta de unas 6-8 raciones)

- 140gr de harina común
- 1/2 cuch. pequeña de sal
- 50gr de aceite de girasol o de coco (el de oliva dará un sabor más intenso)
- 60gr de leche (animal o vegetal o sustituir por la misma cantidad de aceite)

NOTA: El uso de leche es cosa mía, la receta viene con aceite, bueno, mantequilla para ser más precisos. Podéis poner 100-110gr de aceite o mantequilla e ir ajustando la cantidad de harina. Los gramos de harina siempre son orientativos, depende del tipo de harina y la absorción que tenga, probad con esa cantidad e ir añadiendo a cucharadas en caso de que falte o a cucharaditas de leche o aceite en caso de que necesite más líquido.

PREPARACIÓN

- Ponemos los ingredientes de la masa en el vaso y los juntamos unos 20 segundos a vel. 4. Si lo hacemos de forma manual tendremos que amasar bien hasta conseguir la textura de la segunda foto.

- Ponemos un papel vegetal, extendemos un poco de harina, ponemos la masa y la aplanamos con las manos y otro papel encima de la masa. Así con la masa tapada y la ayuda de un rodillo le vamos dando forma redonda. No hace falta que sea un redondel perfecto pero siempre es útil usar un molde para tener una referencia.

- En mi caso he usado un molde desechable de aluminio, cuando ya tenía la masa hecha la he puesto encima, con cuidado de no romperla le he dado la forma y en el centro he puesto el relleno.

- El relleno puede ser mermelada, una compota casera o en mi caso el cherry syrup que os mostré el otro día y que os vuelvo a dejar la receta a continuación.

- Plegamos los laterales haciendo el dibujo como si fuera un trapo. Es muy sencillo de hacer y queda muy vistoso así. Por encima he espolvoreado la masa con azúcar perlado. Antes de poner el azúcar he pintado la tarta con un poco de leche, si lo hacéis con huevo aún os quedará más llamativa y doradita.

- Con el horno precalentado a 200º, horneamos nuestra tarta unos 30-35 minutos a esa temperatura vigilando que no se nos queme. Como esto depende de cada horno calculad entre 180º y 200º.

La receta del relleno de cerezas, aquí os dejo el enlace por si queréis ver la entrada tal y como la puse.

  Solo nos queda dejarla enfriar y listo!

 Para servirla está buenísima fría con un poco de nata montada, o yogur... Y tibia con una bola de helado eso ya es la bomba! Depende de lo golosos que estéis y de como os apetezca en ese momento.

¿Os apetece un trocito? Aunque no hayáis congelado cerezas para hacer el relleno no pasa nada, una mermelada os hará el papel y os aseguro que merece la pena probarla.

Un besazo y espero que os guste!