Fin de semana tranquilo, muy tranquilo. Tanto, que de normal me hubiera resultado aburrido y habría tenido la necesidad de llamar a gente, quedar con amigos... Pero este finde, no.
Después de la semana tan liada y "movidita" que he llevado, necesitaba tiempo para mi, para descansar, para pensar, para desconectar, para cocinar... En definitiva, encontrar un poco de paz y conseguir relajarme.
Y bueno, aunque no tengo ningunas ganas de que termine el día y tener que volver mañana a la rutina, he conseguido lo que andaba buscando, y de paso, mi cocina en este momento parece una panadería y hueleeeee aissss cómo huele!!
Vamos con la receta,
INGREDIENTES
- 500gr de harina para pan (350 de fuerza, 150 de panadería)
- 10gr de sal
- 300gr de agua
- 10gr de levadura fresca
- 1 cucharadita de albahaca fresca (seca)
*Para el gratinado: queso y tomates secos (los míos en
aceite de oliva)
Adaptada del libro Pan, Xavier Barriga
PREPARACIÓN
- Ponemos en el vaso el agua y la levadura y juntamos 1 minuto, 37º y vel. 3.
- Añadimos la harina, la albahaca y la sal y programamos 1,30 minutos a vel. Espiga.
- Dejar reposar hasta que doble el volumen tapado con un film transparente. Dependerá de la temperatura de la habitación pero más o menos hora, hora y media.
*Como cada harina es diferente, si con esas cantidades queda aún pegado a las paredes, id añadiendo de cucharada en cucharada más harina hasta que quede como abajo. Si por el contrario, se os han hecho "miguitas" porque falta líquido, vais añadiendo agua a cucharadas hasta que esté solucionado.
- No lo suelo dejar en el vaso para reposar, lo pongo en un bowl ancho untado con aceite, lo tapo con film transparente y le suelo poner un paño de cocina encima.
- Cuando ya ha levado vamos cogiendo porciones de masa de unos 40gr y les damos forma redondita. Es una masa muy cómoda y facilona de trabajar, nos untaremos las manos bien limpias con aceite para que sea más fácil. Yo suelo hacer la bola, estirarla como una minipizza y coger todos los picos que queden en el culo del panecillo y así evitar arrugas o que salgan "bultos" cuando vuelve a levar.
- Dejamos reposar como una hora tapados con un papel vegetal. Vamos precalentando el horno a 250º.
- Con un cuchillo afilado o unas tijeras de cocina, les hacemos un corte en la parte superior (antes de hacerles el corte yo los pinté con un poco del aceite del bote de tomate para darle brillo y más sabor) y ahí ponemos el trozo de queso y encima el tomate. Lo podemos sujetar con un palillo, pero yo no lo hice.
- Con el horno ya precalentado, los horneamos a 210º durante unos 15, 18 minutos. Dependerá del horno como siempre. Aquí los podéis pintar aún en caliente con un poco del aceite de los tomates o con aceite de oliva o con un trocito de mantequilla.
Y así nos quedarán!
He abierto uno para que veáis la miga que queda, pero la verdad es que los hemos comido como acompañamientos de platos salados y a bocados jejeje
Quedan monísimos y siempre que los he hecho han triunfado.
Un besazo y disfrutad del día!
Te han quedado perfectos y vaya ricos
ResponderEliminarUn abrazo
Clara
¡Qué ricos! Tengo que probarlos, que últimamente lo que más hago es pan...
ResponderEliminarMuy bien aprovechado el finde, y es que ahora apetece hornear. Te han quedado estupendos!!
ResponderEliminarBesos y buena semana
Que maravilla de panecillos has preparado, me parecen especialmente deeliciosos, el tomate seco me encanta y en estos panes estaria de vicio...Bess
ResponderEliminarMenuda pinta tienen estos panecillos. Un besazo.
ResponderEliminarque buenos ¡¡¡¡¡¡,seguro que están de vicio ,besotes
ResponderEliminarTe han quedado deliciosos, con el toque de queso y tomate seguro que están muy sabrosos. De 10!. Un saludo.
ResponderEliminarhttp://directoalamesa.blogspot.com.es/
Mi opinión ya sabes que no debes tomártela como experta en la elaboración de pan, pero como consumidora ahi si que sí... de estos panecillos me pondría las botas, imagino lo buenos que deben de estar.
ResponderEliminarBesinos