Nevaditos!!

Mira que están buenos eh. De hecho, si os digo la verdad, los preparo varias veces a lo largo del año. Son tan rápidos, tan ricos y gustan tanto, que me niego a hacerlos solo en estas fechas en la que dentro de unos días (y no demasiados) ya estamos todos saturados de tanta comida y tanto dulce.

Aunque tengo que admitiros, que los sigo asociando a la Navidad y es por ello que es ahora cuando os los dejo aquí. Es más, les he podido sacar fotos mil veces y en cambio ha sido esta vez, deprisa y corriendo y con una luz pésima cuando se me ha ocurrido... ¡En fin!

Ya tenía otra receta publicada en el blog que os dejo en este enlace. Con esta receta sale menos cantidad, son un poquito más dulces y, en mi opinión, la masa queda más hojaldrada.

Me temo que tendréis que probar las dos y decidir vosotros mismos la que os gusta más. En casa las vamos combinando dependiendo la cantidad que quiera o simplemente por donde me de! jajaja

El tamaño y el molde es otra cosa que es totalmente a vuestra elección. A mi me gusta usar un molde de galletas redondo de 5cm de diámetro. Si os fijáis en la foto de abajo en el tamaño, cada nevadito da para un bocado o dos a lo sumo.

Vamos con la receta,

INGREDIENTES

- 120gr de manteca de cerdo ibérica, a temperatura ambiente
- 1/2 cucharada sopera de aceite de oliva
- 75gr de vino blanco
- 330gr de harina todo uso
- 40gr de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- Azúcar glass para espolvorear

PREPARACIÓN

- Lo más importante es haber sacado unas horas antes la manteca para que a la hora de usarla esté blandita.
- Ponemos todos los ingredientes menos el azúcar glass en la thermomix o en la KA en mi caso y lo mezclamos todo bien. Con el gancho de amasar hasta que veamos que está todo bien unido.

- Así tiene que quedar, como véis las paredes están totalmente limpias.

- Reposamos la masa unos 20 minutos en la nevera envuelta en un film transparente. La sacamos y la extendemos sobre un papel vegetal. Vamos precalentando el horno a 170º.

- Extendemos bien con la ayuda de un rodillo tratando de que toda la masa tenga el mismo grosor que tiene que ser gordito.

- En un cuenco pequeñito ponemos un poco de harina, metemos el molde y cada vez que hacemos un nevadito lo volvemos a meter en la harina. Aquí se ve tanto el grosor que le dejo (en el horno suben más) como lo que os digo de la harina en el molde. También es importante aprovechar al máximo la masa esta primera vez que está estirada porque quedan mucho más hojaldrados que cuando volvemos a juntar los trozos de masa que nos han ido sobrando.

- Los vamos colocando sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal dejando distancia entre ellos y tratando de no toquetearlos para que no pierdan la forma.

- Los horneamos durante unos 30-35 minutos vigilándolos muy bien. Los de aquí abajo se me pasaron un par de minutitos, os tienen que quedar un poquito dorados por arriba pero menos que los míos.

- Dejamos enfriar en la bandeja y con la ayuda de un colador fino vamos espolvoreando generosamente con el azúcar glass.

Y ya los tenéis!

A la hora de guardarlos, pongo en una caja de galletas hermética una base de papel vegetal, encima una capa de nevaditos, encima otro papel y así hasta terminar con ellos. Cuando van pasando los días van absorbiendo un poco el azúcar glass de encima, pero están igual de ricos. Creo que aguantan bien bastante tiempo, en casa creo que como mucho han durado unos cuatro días y perfectos.

¿No os dan ganas de morder la pantalla? Imagino que sí, pero no seáis locos que luego el dentista es una pasta! ☺ Mejor os ponéis a hacerlos que ya veis qué fáciles que son.

Un besazo y seguid disfrutando de las fiestas!